La mayoría de inmigrantes ilegales que habitan en España han llegado engañados por unas mafias que les prometen una vida llena de abundancia en un país libre, a cambio de una cantidad de dinero que la mayoría no puede pagar y piden ayuda a sus familias "para que les ayuden a pagar ese viaje que sacará a toda una familia de la miseria", esta gente arriesga su vida en pos de un futuro mejor para ellos y sus familias, pero al llegar a España observan como todo es una gran mentira...
Saleem ahmed pagó 6.000 a la mafia para que lo trajese a España, y llegó a melilla, pero ahora su vida se encuentra totalmente estancada, los reglamentos del CETI solo permiten estancias de seis meses, el tiempo razonable para que se resuelvan los expedientes de expulsión de los inmigrantes. Saleem lleva ya cuatro años y 5 meses, quieto, sin derecho a trabajar, solo a aguardar hasta que lo echen. Abandonó su casa para permitir a sus hijos el futuro que, asegura, «nunca tendrán en Cachemira». Pero no imaginó que el viaje, que pagó al contado vendiendo tierras, sería un paseo por el infierno de Pakistán, Kenia, Burkina Faso, Malí, Argelia, Marruecos y, por fin, España, para acabar en el limbo del que espera eternamente a ser devuelto y no puede hacer nada. De los 40 que salieron juntos de cachemira, cuatro murieron en el desierto de Argelia, donde pasaron seis meses escondidos hasta que los traficantes de personas les sacaron de allí. Pero en sus recuerdos martillea una aldea de Burkina Faso a la que llegó tras un viaje de 60 horas en un tren. «El sitio más pobre del mundo. Solo había dolor».
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